MEAT PUPPETS + Cuzo
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Cuando a mediados de los 80 la discográfica estadounidense SST era uno de los puntales del rock alternativo, Meat Puppets tiraban de ese carro. Había otros iconos en ese sello, como Black Flag y Minutemen, que llegaron un poco antes, y Hüsker Dü y Sonic Youth, que lo hicieron un poco después. Pero de toda esa tropa, solo Meat Puppets siguen vivos y coleando (Sonic Youth, los únicos que también aguantaban el tirón, se encuentran en parada técnica desde octubre de 2011). Estamos, pues, ante unos clásicos indiscutibles. Una banda que reconocida como influencia por nombres como Dinosaur Jr., Pavement, Soundgarden y hasta Animal Collective (los escogieron el año pasado para tocar en el festival ATP, del que eran “curators”, proponiéndoles que interpretaran al completo su tercer trabajo, “Up On The Sun”, de 1985). Por no hablar ya de la pleitesía que les rendían los componentes de Nirvana, con Kurt Cobain al frente: en la grabación de su disco “MTV Unplugged In New York” los de Seattle versionaron tres temas de los de Phoenix, e incluso los invitaron para que los tocaran con ellos (fueron “Plateau”, “Oh, Me” y “Lake Of Fire”, los tres procedentes de su segundo álbum, “Meat Puppets II”). Con el tiempo, su furia se ha ido templando, o recolocando, y su técnica haciéndose más compleja, pero sin dejar de sonar directos y al hueso. Del hardcore-punk inicial han pasado a un rock con más cintura, que entiende el blues-rock como ZZ Top -uno de sus grupos favoritos-, el folk-rock como Grateful Dead y el country-rock y el hard-rock como Neil Young. Tienen trece álbumes de estudio, el último de ellos “Lollipop” (2011).
+info: www.themeatpuppets.com
CUZO
La nueva entrega del power trio barcelonés Cuzo es un auténtico viaje en el tiempo, una bacanal setentera en la que el grupo contagia su pasión por unos referentes musicales bastante más diversos de lo que podría parecer a primera vista. Una descripción superficial de su música los reduciría a hard rock psicodélico, pero eso sería quedarse muy cortos porque los miembros de Cuzo han comido setas que crecieron en los más insospechados vergeles. Es legendaria la erudición musical del líder del grupo, Jaume Pantaleón, y en este proyecto el ex-componente de 12Twelve (actualmente también en Atleta) da rienda suelta a buena parte de sus obsesiones musicales. El resultado es un disco caleidoscópico y psicodélico que nos sorprende con algunos pasajes que flirtean abiertamente con el score y las bandas sonoras -algo que ya sucedía con los últimos 12Twelve-. La música de películas como “Suspira” de Darío Argento, “The Beyond” de Lucio Fulcir o “Phantasma” de Don Coscarelli -siempre con la banda italiana Goblin en lo más alto del pedestal- tiene un fuerte ascendente en la música de Cuzo. Otra piedra angular para entender el sonido del grupo sería el krautrock alemán de bandas como Can o Faust, ya presente en discos anteriores (no en vano el grupo colaboró con Damo Suzuki -vocalista de Can en discos emblemáticos como “Tago Mago” o “Future Days”– en el disco conjunto “Puedo Ver Tu Mente” (Alone Records/Kromatik Musik , 2009) – y que en “Alquimia Para Principiantes” (Bcore, 2012) sigue teniendo una fuerte presencia. Este LP -el tercero del grupo y primero para el sello de Barcelona- fue grabado entre los meses de Marzo y Abril del 2011 con la ayuda de Marco Morgione.
Partiendo de unos inicios fuertemente marcados por Goblin y el rock setentero de bandas como Blue Cheer o Black Sabbath, el grupo -con algo más de 100 conciertos a sus espaldas- ha ido evolucionando poco a poco hacia un discurso más personal e imaginativo que sin embargo no pierde de vista a sus referentes. En “Alquimia Para Principiantes” el trio formado por Pantaleón (guitarras, teclados), Pep Caravante (batería) y Fermín Manchado (bajo) se embarca en ocho excursiones instrumentales que plantean una refrescante revisión del hard rock progresivo y psicodélico de los 70, con momentos para la nostalgia y la recreación festiva (trallazos hendrixianos como “Mundo Subatómico”) pero también para la exploración más personal. Un verdadero viaje musical que nos masajea los sentidos y nos hace salir volando hacia el sol.