Dissabte 21.06.2014 | 21:00 Concert

MACHO presenta a DEAD PARTIES

Rock

DEAD PARTIES

Un australiano en Barcelona. Así empieza la historia de Dead Parties, una banda que sabe muy bien amoldarse a los terrenos del shoegaze y diversos géneros de la distorsión sin perder ese punto más convencional que les permite obtener melodías brillantes. Y es que seguramente esa sea su principal virtud: conseguir melodías fácilmente coreables entre la bien entrelazada maraña sonora que aportan las guitarras más distorsionadas.
Merece la pena comentar un poco como el australiano Etienne Mamo empezó a adentrarse en el mundo musical para así comprender un poco más el porqué de los sonidos de Dead Parties. En su país de origen, es el compositor y vocalista de The New Black, banda que compartió escenario con los interesantes Urge Overkill y Midnight Juggernaughts. El reconocimiento pronto llegó y The New Black fueron nominados a los premios Music Oz en las categorías de Canción de año y Grupo del año. Una vez llegado a Barcelona siguió y sigue demostrando que tiene la fórmula exacta para dar con la creación de grandes canciones.

Con el EP “Tribe” ha cosechado muy buenas críticas que les han llevado a telonear a Jacco Gadner (Holanda) y Holy Drg Couple (Chile) y ahora presentan nuevo single, “Disappear”.

MACHO
Tras la defenestración, desaparición (en dos casos) y el retiro espiritual de los miembros originales de la banda, Macho vivió catorce cambios de formación antes de conformar la actual. Si el primer disco llamó la atención de la totalidad de la población mundial gracias a su bestialidad sonora, este segundo trabajo, “Aturuxo Vudú”, garantiza la continuidad de la especie en el planeta.
Los actuales miembros de la banda dan la sensación de saber tocar, al menos, dos acordes. Las canciones sorprenden con giros inesperados hacia volutas de caramelo líquido y etéreo propagado hacia la inmensidad del cosmos. Con dos acordes. Macho continúa siendo una banda capaz de suministrar electricidad para una ciudad como México DF gracias a las guitarras de Andreas Hilter.
Además, su voz cautiva, seduce y provoca un débil temblor entre los labios de unas mujeres que le observan con la boca abierta. El bajo de Silvio Milford se utiliza ya en rituales masivos de apareamiento y la batería de Macintosh hace sangrar por orificios que ni sabíamos que existían. Los chicos han sabido aunar lo mejor del primer trabajo con una complejidad emocional sublime.

El espíritu de Pol Pot y de Jane Austen se dan la mano en una obra sólida, sin fisuras.